Puesto por escrito por un religioso anónimo (se supone que fue el franciscano Gerónimo de Alcalá) poco tiempo después del asesinato del último rey de Michoacán, el cazonci Tangáxoan Tzinzicha, por el conquistador Nuño de Guzmán, este libro [la Relación de Michoacán] lleva la huella profunda del mundo indígena del cual salió, de su magia y de su tragedia también. Historia de un pueblo en agonía, la Relación es un testamento, dictado por los testigos, los sacerdotes petamuti, según el ritmo de la literatura oral. Es la última memoria, para que no perezca completamente la grandeza de Michoacán, ni la antigua alianza de los purépechas con sus dioses. Único libro del pueblo puré, cumple para nosotros un destino misterioso y emocionante, escrito para la gloria de los vencidos y no para el provecho de los vencedores.
J. M. G Le Clézio, La conquista divina de Michoacán.
Dos cadenas montañosas confluyen en el territorio del actual estado de Michoacán, la Sierra Madre del Sur y la cordillera que formó el Eje Volcánico transversal. Dentro de esta topografía accidentada, se encuentra una gran diversidad de climas, desde áridos desiertos hasta selvas tropicales. Los purépechas habitan en este grandioso territorio.
En los documentos históricos se los nombró como tarascos. Sin embargo, el término tarasco es asociado a la condición de sojuzgados y puede representar un insulto. Sahagún registró otros nombres con los que los designaban: michhuaque y cuaochpanme1. Actualmente ellos se reconocen a sí mismos como P’urhepecha o P’orhepecha y son los términos con los que prefieren ser designados.
No existen registros que indiquen la procedencia de los purépechas a tierras michoacanas, tampoco existe otra lengua similar al purépecha, que pudiera dar indicios de su recorrido o migración. El documento más importante de la historia purépecha es la Relación de Michoacán, escrita como traducción, por un sacerdote español, alrededor de 1540. La información que contiene proviene de antiguos funcionarios y sacerdotes de Tzintzuntzan que sobrevivieron a la conquista. La Relación está dividida en tres partes: religión, historia e instituciones administrativas del reino (de la primera parte sólo queda una hoja)2 .
Sobre la historia prehispánica de los purépechas se conoce poco. Se sabe que eran un señorío que abarcaba casi todo el actual estado de Michoacán, parte de los estados de Guerrero, Guanajuato y Querétaro. Se calcula que su territorio era de 70 000 km.2 aproximadamente, y que tuvieron una población máxima de un millón y medio a dos millones de habitantes3. Colindaban con el Imperio mexica, al cual nunca se sometieron.
Lo que no lograron los mexicas, lo hicieron los españoles. El 14 de febrero de 1530, por órdenes de Nuño Beltrán, muere en las llamas el último cazonci (gobernante del señorío). La capitulación de los reyes frente a Hernán Cortés fue el acto político que dio inicio a la historia colonial de este pueblo4.
El siglo XVI significó uno de los momentos más catastróficos en su historia: el alto grado de centralización política y administrativa del gran señorío de Michoacán se desintegró en las nuevas repúblicas de indios, con sus cabildos y gobernadores, sometidos a la Corona española; el territorio que habitaban, se redujo a la mitad; hubo una impresionante caída demográfica; se sometieron a trabajos forzados en las encomiendas; su sistema religioso fue trastocado por la imposición de la nueva religión. Todo un mundo se había transformado profundamente. La historia de este pueblo, también ha estado marcada por una defensa de los bienes comunales. Las estrategias fueron de distinta índole; hubo rebeliones, pero también se valieron del marco jurídico para oponerse al despojo. Las transformaciones que ha sufrido el pueblo purépecha han provenido de sucesivos modelos históricos, pero también de su capacidad para adaptarse, recrear u oponerse a lo impuesto. Por ejemplo, con la desaparición de las repúblicas de indios, que les proporcionaban cierta protección, supieron conservar, en los cargos religiosos, parte de la organización que les procuraba unidad y cierta autonomía.
Actualmente, el P’urhepecha o P’orhepecha aún se habla en cuatro regiones del estado de Michoacán: el lago de Pátzcuaro, la mesta tarasca, la Cañada de los Once Pueblos y la Ciénega de Chapala. Y en el censo de 2010, se registraron 128,344 hablantes.
Nombre de la pieza: Lápiz y cuaderno Autor: Desconocido Letra: desconocido Interpreta: Los Madrugadores Álbum: Pirekuas: poesía cantada en lengua p’urhépecha Grabación: CDI Lengua: P’urhepecha <purépecha> Año: 2012
1 Pulido Méndez, Salvador, Los tarascos y los tarascos- uacúsecha. Diferencias sociales y arqueológicas en un grupo. México: INAH, 2006, pp. 29, 30. 2 Van Zantwijk, R. M. M, Los servidores de los Santos, México: CONACULTA-INI, 1974, p.37. 3 Ibid., p.39. 4 Paredes, Carlos y Marta Terán (coords.), Autoridad y gobierno indígena en Michoacán: ensayos a través de su historia, vol. I Zamora, Mich.: El Colegio de Michoacán-CIESAS-INAH Dirección de Estudios Históricos- UMSNH Instituto de Investigaciones Históricas, 2003, p.23.