Cuando los dioses presenciaron el nacimiento de estos seres llamaron al primero y le dijeron: ‘–Habla y dinos por ti y por los demás que te acompañan: ¿qué ideas tienes de los sentimientos que te animan? ¿Es bueno y airoso tu modo de andar? ¿Ejercitas con gracia tu mirada? ¿Es justo y claro el lenguaje que usas? ¿En toda ocasión lo recuerdas bien? ¿Entiendes lo que aquí se dice y se sugiere?...’ Al oír estas palabras los nuevos seres vieron que eran cabales sus sentidos y quisieron mostrar su agradecimiento. Para mostrarlo, Balam Quitzé habló, a nombre de los demás, de esta manera: ‘–Nos habéis dado la existencia; por ella sabemos lo que sabemos y somos lo que somos; por ella hablamos y caminamos y conocemos lo que está en nosotros y fuera de nosotros...’
“Maya” ha sido ocupado para designar distintos conceptos. Por ejemplo, se emplea para hablar de la “cultura prehispánica” de la región peninsular de México y de Centro América, entendida como una unidad; se emplea para nombrar a una familia lingüística; en ese mismo tenor, se ocupa para llamar a las lenguas que la conforman, se habla de lenguas mayas, pero también se habla de pueblos mayas; por último se le llama maya, a una lengua que pertenece a esta familia, se le dice “lengua maya”. Este fenómeno es común para palabras que nombran generalidades, pasa lo mismo con mexicano: no sabemos si se refiere a los que pertenecían al pueblo mexica, a los que nacen en México, a los hablantes de una lengua náhuatl, entre otras acepciones.
Autor: Alejandra Álvarez.
Lugar: Chicán, Chemax, Yucatán.
Para evitar confusiones, hablaremos del Maayat’aan, que es la manera como nombran sus hablantes a la lengua maya peninsular. El Maayat’aan es una de las lenguas de la familia lingüística maya.
Los mayas peninsulares son tradicionalmente agrícolas, sin embargo, como a muchos otros pueblos indígenas, la tierra siempre se les ha negado o arrebatado. En la década de los setenta, los mayas peninsulares de Quintana Roo, logran obtener tierra en ejido y en comunidad, con más de 650 hectáreas sin parcelar y con tierras parceladas en promedio de 20 hectáreas. Pero, básicamente las tierras no son aptas para la siembra, por lo cual apenas alcanza para el autoconsumo. La zona no parcelada se usa para la explotación de madera y resinas o para la ganadería intensiva. Completan su economía migrando por temporadas a Belice, a los campamentos resineros y chicleros de compañías extranjeras; en las últimas décadas, se ha incrementado la migración a Cancún, atraídos por los empleos en la construcción y el turismo .
Autor: Alejandra Álvarez.
Lugar: Chicán, Chemax, Yucatán.
El Maayat’aan es hablado, en tres estados de la república: Yucatán, Campeche y Quintana Roo, por aproximadamente 795, 499 personas, según lo que reportó el último censo que realizo el INEGI. El Maaya t’aan es la lengua indígena más hablada en el país. Pero esto no la exenta de estar en riesgo, se considera que se encuentra en riesgo no inmediato de desaparición.
La migración, la discriminación, las políticas de integración, favorecen el desplazamiento lingüístico y cultural. Sin embargo los hablantes, reconocen la importancia de sus raíces y su legado y trabajan arduamente para preservarlo.
1 Nolasco, Margarita et al. “Una visión de lo heterogéneo: nuevas formas de estructura social de los indios de los altos de la selva de Chiapas y de los refugiados guatemaltecos de la frontera sur”. En Saúl Millán y Julieta Valle (coords.) La comunidad sin límites: estructura social y organización comunitaria en las regiones indígenas de México. México: INAH-CONACULTA, 2003, p.227.
2 Millán, Saúl, Huaves, México: CDI-PNUD, 2003, pp. 8,9.
Mapa variantes Maayat'aan (maya)
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