Información de la variante Lingüística

MAZAHUA DE ORIENTE

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mazahua de oriente


A veces la cotidianidad crea la ilusión de que todo ha estado como lo conocemos hoy, pero los lugares, así como las personas y los pueblos, tienen una historia que les ha dado las características y la forma actual.

Intentemos imaginar cómo era antes, conozcamos los nombres antiguos y adentrémonos un poco en el porqué de la realidad de hoy.

Durante la Colonia, había una región conocida como la Provincia de Matlatzinco; este lugar abarcaba el territorio entre Michoacán y la cuenca de México, es decir, los valles semifríos del alto Lerma y las zonas montañosas inmediatas al volcán Xinantécatl. Este sitio estaba poblado mucho antes de la llegada de los españoles; hablantes de Jnatrjo y Jnatjo (ambos pertenecientes al pueblo mazahua), matlatzincas, tlahuicas, otomíes, nahuas y otros pueblos que se perdieron en la historia, han habitado ese territorio desde hace mucho tiempo.


Autor: Antolín Celote Preciado
Lugar: Emilio Portes Gil, San Felipe del Progreso, Estado de México


Simbología

Localidades

Localidades según su número de habitantes y el porcentaje de hablantes de lengua indígenas (HLI)*

Número de habitantes     Porcentaje de población HLI
∆ De 1 a 100      De 0 a 25%
◻ De 101 a 500      De 25.1 a 50%
De 501 a 1000      De 50.1 a 75%
Más de 1000      De 75.1 a 100%

*Fuente: XII Censo General de Población y Vivienda, INEGI, 2000

Topónimo
---- Límite municipal
-·-·- Límite estatal

Población principal

Hidrología
---- Intermitente
Perene

Cuerpos de agua

Elevación metros
De 0 a 300
De 301 a 1,000
De 1,001 a 1,500
De 1,501 a 2,000
De 2,100 a 5,610

El Jnatrjo o mazahua de oriente, comparte territorio con el otomí del centro sobre todo en los municipios de San José del Rincón, San Felipe del Progreso, y Jiquipilco; el mazahua de occidente está al suroeste y al noreste del Jnatrjo; al norte, el otomí bajo del noroeste y el otomí del noroeste; al oeste, el otomí del oeste; al sureste, el otomí de Tilapa o del sur; al este y sureste el mexicano del centro; al noreste, otomí del oeste del Valle del Mezquital y el otomí del Valle del Mezquital; al sur, mexicano del centro bajo, el mexicano del centro alto, el matlatzica y el tlahuica. Presente en todo el territorio ocupado por el Jnatrjo, está el español.

Riesgo de desaparición: 3 mediano riesgo de desaparición ▇  

El Jnatrjo o mazahua de oriente se considera una variante lingüística con mediano riesgo de desaparición. ¿Qué significa mediano riesgo de desaparición?

El Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) realizó una propuesta para la clasificación de las variantes lingüísticas por su grado de riesgo, basada en las recomendaciones del Comité Consultivo para la Atención a las Lenguas Indígenas en Riesgo de Desaparición del INALI (CCALIRD). Esa clasificación incluye cuatro grados de riesgo: riesgo no inmediato (4), mediano riesgo (3), alto riesgo (2) y muy alto riesgo (1).

Se considera que una variante lingüística está en mediano riesgo de desaparecer cuando cumple con alguno de los siguientes cuatro criterios1:
a) Cuando la variante cuente, por lo menos, con 1000 hablantes de lengua indígena y menos del 25% de los niños (de 5-14 años) hablen la lengua indígena.
b) Cuando menos del 25% de los niños (de 5-14 años) hablen la lengua indígena y exista más de una localidad con 30% y más de hablantes de lengua indígena.
c) Cuando haya más del 25% de niños (de 5-14 años) que hablen lengua indígena, pero solo exista una localidad con el 30% o más de hablantes de lengua indígena.
d) Cuando exista más del 25% de niños (de 5-14 años) que hablen lengua indígena, pero la población de hablantes es menor a mil.

Los datos utilizados para esta clasificación son los que corresponden al Censo de Población y Vivienda del año 20002. Con base en estos datos, el Jnatrjo o mazahua de oriente cumple con los criterios a) y b), pues el porcentaje de niños que hablan la lengua es menor al 25%, corresponde al 18.26%; y de las 427 localidades donde se habla el Jantrjo o mazahua de oriente, en 91 el 30% de la población es hablante de la lengua3. Cabe mencionar que el censo de 2010 registró 83,264 hablantes en total.

  • Tiene una proporción de niños hablantes de la lengua indígena mayor al 25%.
  • El total de las personas que hablan la lengua indígena es mayor a mil en localidades donde existe, por lo menos, el 30% de hablantes de la lengua indígena.
  • Existe más de una localidad en donde el 30% o más son hablantes de esa lengua.

1Embriz Osorio, A. y Zamora Alarcón, O. (Coord.), México. Lenguas Indígenas Nacionales en riesgo de desaparición, México, D. F.: Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, 2012.
2El INALI trabaja en la actualización de los datos, con base en el Censo de Población y Vivienda 2010.
3Embriz Osorio, A. y Zamora Alarcón, O. (Coord.), op cit., p. 98.

El maíz es el alimento básico de la dieta mazahua, por lo tanto, a pesar de los altos costos de producción es el principal cultivo. Por ejemplo en el año 2000, en el ejido de Portes Gil el 98% de las tierras se dedicaban a la siembra de maíz, principalmente para el autoconsumo1. Pero las tierras de cultivo han disminuido por el incremento de la población y la productividad de las tierras ha bajado. Esta situación provoca que las necesidades básicas no puedan ser cubiertas sólo con las actividades agrícolas. Muchas personas completan el gasto con otras actividades como la fabricación de zacates y fibras, o se dedican al trabajo asalariado en instituciones oficiales; otros más emigran, principalmente hacia las ciudades de México y Toluca, para conseguir empleo en sectores con demanda de fuerza de trabajo no calificada para la industria2.

En la década de 1970 Dirección General de Educación Indígena (DGI), dependencia de la Secretaría de Educación Pública (SEP), contrataba como maestros bilingües a egresados de primaria y secundaria. Años después, el rango de educación para cubrir el perfil aumentó. Muchos no pudieron continuar con sus estudios y dentro de sus opciones solo quedaba emigrar a la Ciudad de México para buscar empleo o estudiar en la Escuela de Policía y Tránsito3. Este flujo continuo generó redes de solidaridad entre los emigrantes. Las personas se ayudaban entre sí para conseguir un lugar donde vivir, se establecían en las mismas colonias o hasta en las mismas casas, lo que generaba ambientes en donde podían hablar su lengua materna (el Jnatrjo o Jnatjo) con sus coterráneos4.

1 Celote Preciado, Antolín, La lengua mazahua. Historia y situación actual, México, D. F.: Secretaría de Educación Pública-Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe-Universidad Intercultural del Estado de México, 2006, p. 25
2 Celote Preciado, A. Op. cit., p. 24,25
3 Ibid, p. 38
4 Ibid, p. 39

Las palabras no siempre han significado lo mismo.

Antes de la llegada de los españoles no existían caballos en América, por lo tanto las lenguas indígenas no tenían una palabra que significara caballo. Como lo más parecido al caballo era el venado, usaban la misma palabra para ambos. Antes en mazahua venado se dicía phadɨ, y para decir caballo utilizaban el mismo nombre phadɨ. El significado de la palabra phadɨ se extendió, ahora significaba dos cosas. Pero este proceso también puede ir en dirección contraria: ahora las personas sólo utilizan phadɨ para caballo, y para venado crearon un nuevo compuesto que se puede traducir como “caballo del monte” como se puede ver en la palabra: ʃi-phan-t’ehe cuyo significado literal es ‘piel de caballo del monte’1.

1Knapp, Michael H, Doctrina y enseñanza de la lengua mazahua: Estudio filológico y edición interlineal del texto de Nájera Yanguas, México D. F.: INALI, 2013, p.32

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